
Proveniente del tronco cerebral, el sistema nervioso autónomo permite:
El sistema nervioso autónomo está compuesto por dos partes:
las pupilas se dilatan, el ritmo cardiaco crece, los vasos sanguíneos se contractan, la presión arterial aumenta. Estas dos partes del SNA actúan de manera antagónica como una bascula dinámica. La facilidad con la cual pasamos de un estado de excitación a un estado de calma está relacionada con la capacidad de nuestro sistema nervioso autónomo de regular nuestra respuesta fisiológica interna.
La capacidad de adaptación de nuestro sistema nervioso autónomo ante las solicitudes externas (medio ambiente...) e internas (emociones, estrés...) permite al organismo mantener la homeostasia. Sin embargo, cuando esta flexibilidad es deficiente estamos expuestos a diferentes patologías somáticas y psicológicas.
Estudios clínicos recientes demuestran que un sistema nervioso autónomo rígido puede ser debido a un tono del sistema nervioso parasimpático (también llamado tono vagal) deficiente.

